La filosofía es arma de destrucción masiva. Dinamita los mitos de los que las masas se alimentan, que producen identidad, bajo cuyo peso muerto los individuos quedan diluidos. Es guerra contra el relativismo y el dogmatismo. Es defensa contra la confusión del lenguaje común, periodístico, político, contra la fuerza ciega de la masa, pues la masa no puede filosofar. El enemigo es la estupidez, que, como Dios, está en todas partes y en uno mismo. El yo es idiota. Escribo por destruir.
El autor
lunes, 31 de enero de 2011
Reseña de Ajuste de cuentas
Aunque León Felipe haya explicado las diferencias entre la filosofía, que según él arranca del primer juicio, y la poesía, que comenzó con un lamento, o entre el filósofo, que ha de organizar su cerebro, y el poeta, que ha de refugiarse en la locura, ¿cómo no relacionar la poesía con la filosofía?...
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